Artículo publicado el 24/09/2008 Ultima reactualización 24/09/2008 09:41 TU
El director del FBI, Robert Mueller, presta juramento antes de declarar ante el Comité Judicial del Senado.
Foto: Reuters
La crisis financiera que ha obligado al gobierno de Estados Unidos a recurrir al dinero de los contribuyentes podría desembocar en acusaciones penales contra los dirigentes de algunas de las principales instituciones de Wall Street. Robert Mueller, director del FBI, informó al Comité judicial del Senado que las investigaciones pretenden establecer si las compañías han aportado informaciones falsas destinadas a engañar a los accionistas y las autoridades de regulación.
A medida que especialistas y opositores cuestionan el plan presentado por el gobierno de George Bush para superar la crisis financiera, aumentan las presiones para establecer la identidad de sus responsables y la eventualidad de faltas susceptibles de ser juzgadas penalmente. Fuentes periodísticas estadounidenses afirman que entre las instituciones financieras sometidas a investigación figuran las instituciones hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, así como el banco de inversiones Lehman Brothers (en quiebra) y la compañía de seguros AIC, provisionalmente nacionalizada por el gobierno. Mueller precisó ante el comité senatorial, que las investigaciones “remontarán tan alto como sea necesario en la jerarquía de las empresas, para asegurar que quienes resulten responsables reciban las sanciones que les correspondan”. Aunque las grandes corporaciones sometidas a investigación se elevan a 26, la lista negra del FBI incluye también un total de 1.400 pequeñas empresas e individuos, de quienes se sospecha que pueden haber cometido fraude en el tratamiento de créditos hipotecarios.
Sin embargo, el Procurador General Michael Mukasey rechazó la demanda del ministerio de Justicia, que le había solicitado la formación de una procuraduría ad hoc con poderes reforzados, tal como se hizo en 2002 después de la quiebra del gigante de la electricidad Enron. En junio pasado, cuando se produjo el colapso de la crisis del banco Bear Stearns, el vice Procurador General Mark Filip afirmó que “la crisis hipotecaria incluye una serie de actos criminales que han resultado ser devastadores para las familias estadounidenses”.
Durante la sesión del Comité Judicial del Senado de la semana pasada, varios de sus miembros exigieron que el FBI adopte medidas agresivas para investigar posibles comportamientos criminales por parte de responsables financieros. Entre ellos, el senador demócrata de Vermont Patrick Leahy, presidente del Comité declaró: “Si se han manipulado los balances y hecho cosas ilegales, queremos saber quiénes son los responsables. Y creo que cada contribuyente estadounidense, independientemente de sus ideas políticas, quiere lo mismo”.
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