Artículo publicado el 05/10/2008 Ultima reactualización 05/10/2008 14:35 TU
La reunión convocada por el presidente Nicolas Sarkozy ha logrado preservar la unidad de países que han venido reaccionando separadamente ante la inestabilidad de sus respectivos sistemas financieros. Al término de tres horas de discusiones en el palacio del Elíseo, los cuatro mandatarios han logrado un acuerdo para proteger a sus bancos en dificultad, para sancionar a los dirigentes inescrupulosos y para intentar una reforma de la arquitectura financiera internacional.
Antes de recibir a sus homólogos de Alemania, Gran Bretaña e Italia, Nicolas Sarkozy se reunión con el director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, quien durante los últimos días ha sostenido que el FMI puede asumir su liderazgo para ejecutar los planes de rescate y reforma. Al término de la reunión del Grupo llamado 4+3, Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, Gordon Brown y Silvio Berlusconi, posaron junto al presidente del Euro-grupo, Jean-Claude Juncker, al presidente de la Comisión Europea, Juan Manuel Barroso y el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. Los siete dirigentes asumieron que por carecer de estructuras federales, los países europeos deben afrontar las turbulencias financieras en sus respectivos espacios nacionales, lo que no les impidió adoptar un conjunto de medidas globales. Habida cuenta de las críticas previas a la reunión y el rechazo a un supuesto plan de rescate de 300 mil millones de euros, la mayoría de los analistas considera que la Cumbre de París ha logrado restaurar una voluntad de colaboración y consenso. “evidentemente que hay diferencias”, declaró Sarkozy, antes de añadir: “Si no existieran, no tendríamos necesidad de reunirnos… Cada uno de nuestros países tiene sus reglas, su legislación, su cultura, pero cada uno ha decidido de dar un paso hacia el otro, sabiendo que debemos presentar una imagen coherente”.
A largo plazo, los tres mandatarios europeos han respaldado la iniciativa de Sarkozy de convocar antes de fin de año una reunión del Grupo de los 8 para abordar la crisis financiera. Aunque el consenso no es explícito, portavoces de la presidencia francesa han saludado una actitud más flexible ante el pacto de estabilidad europeo, que permitiría “en las circunstancias excepcionales actuales dar muestras de flexibilidad ante el tope del déficit público fijando en 3%”.
A pedido de Gran Bretaña, la Unión Europea ha lanzado un programa de financiamiento de pequeñas empresas para paliar la reducción del crédito. Los europeos se proponen también homogenizar el control de los encajes financieros, para preservar sus capitales de la fluctuación de la bolsa y para impedir que algunos países (como Irlanda) ofrezcan garantías en perjuicio de bancos extranjeros.
Un día después de la reunión de París, las autoridades alemanes intentaban ultimar los detalles de un plan de 26.5 millardos de euros para rescatar el instituto hipotecario Hypo Real Estate.
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17/02/2010 11:12 TU
17/02/2010 10:47 TU
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