El ejército libanés comenzó su despliegue en el sur del Líbano, conforme a lo previsto en la resolución 1701 del Consejo de seguridad de la ONU. Las primeras unidades cruzaron este jueves por la mañana el río Litani, tras un viaje hacia al sur complicado debido a la destrucción de las carreteras por parte de Israel durante el conflicto que durante 33 días asoló al país del cedro.

Por el momento, la instalación de las tropas libanesas se realiza sin incidentes. El ejército israelí ha comenzado a ceder las zonas que controla a los Cascos azules de la Finul (Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano), cuya presencia debería verse reforzada a partir de la semana próxima por las tropas de la nueva fuerza internacional creada por la ONU y cuya dirección debería recaer en Francia.

Una reunión está prevista este jueves en Nueva York con la participación de países que podrían aportar tropas al nuevo dispositivo de la ONU. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha decidido también enviar dos emisarios de alto nivel al Líbano para supervisar la aplicación de la resolución 1701.

En este contexto prosigue en gran escala el retorno de los civiles libaneses que habían evacuado el sur del país para escapar a los bombardeos. Tres días después de la entrada en vigor del alto el fuego, unos 200.000 habitantes habían regresado ya a sus pueblos o ciudades de origen. Este retorno masivo genera enormes embotellamientos debido al mal estado de las carreteras.