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A una semana del cese del fuego

Las heridas abiertas del sur del Líbano

Artículo publicado el 21/08/2006 Ultima actualización el 21/08/2006 15:03 TU

En Tiro, los carteles a la gloria de Hassan Nasrallah, líder del Hezbollah, coexisten con la imagen del Che Guevara.Foto : Karim Lebhour/RFI

En Tiro, los carteles a la gloria de Hassan Nasrallah, líder del Hezbollah, coexisten con la imagen del Che Guevara.
Foto : Karim Lebhour/RFI

Al cumplirse una semana del cese del fuego, los pobladores de las localidades libanesas del sur del país empiezan a regresar a sus hogares. Las proclamas de victoria del Hezbollah se mezclan con el panorama desolador de casas destruidas y animales muertos por los bombardeos israelíes. Eduardo Febbro, recorrió estos pueblos y conversó con su gente.

   "Esta guerra no la ganó ni Hezbollah ni Israel, la perdimos los civiles”, dice Abdul Mahchid mientras abre la puerta de su casa, un edificio modesto, agujereado por los obuses de la artillería israelí, apostada en las montañas vecinas. Adentro, los muros de la casa muestran los impactos de las balas más pequeñas, signo de combates hombre a hombre. La gente recién regresa al pueblo de Bent Jbeil. Los comercios están cerrados, las vidrieras rotas, pero el Hezbollah tuvo tiempo de desplegar su propaganda. Varios carteles amarillos colgados de una vereda a otra dicen: “El hermoso Líbano expulsó a los criminales, quien combate a Israel aporta la victoria”. La proclama no llena, sin embargo, el vacío dejado por la guerra.

   A lo largo de 200 kilómetros entre Nakura, en la punta del Mediterraneo, y Kfar Kila, todo el paisaje es destrucción. Abdul Mahchid afirma: “Ayuda, eso es lo que nos hace falta, ayuda, dinero y sobre todo materiales para reconstruir nuestras casas. Solos nunca podremos tener lo que teníamos antes”. Su vecino, un hombre joven y malhumorado conduce a la gente del pueblo a través de las calles para ayudarla a aceptar la realidad de sus domicilios derrumbados. “Como usted puede ver una parte de este pueblo está destruido, en los demás es lo mismo. Algunos están completamente dañados y otros menos. Los israelíes nos dijeron: o se van o bombardeamos, así que tuvimos que irnos. Cuando volvimos encontramos lo que usted ve. Los habitantes de Alma-A-Shab se han acostumbrado a emigrar de sus pueblos al ritmo de los enfrentamientos entre el Hezbollah e Israel”, explica.

   Los pueblos del sur del Líbano, ubicados en la frontera con Israel, presentan grandes daños materiales. En Ash-Shaab la guerra se cobró una sola vida humana y mató a 600 cabras. Uno de sus habitantes, Mehdi Hassan, dice: “Por acá no hubo muchas víctimas. Los israelíes no mataron a los hombres pero mataron a todos los animales”. El número exacto de muertos que dejó el conflicto es incierto. Las cifras oficiales hablan de más de mil muertos civiles, entre ellos uno 60 milicianos del Hezbollah. Cada localidad exhibe sus heridas abiertas que parecen contar, sin embargo, otra cifra superior.

Por Eduardo Febbro

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La tragedia libanesaDR

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Escuche el reportaje de Eduardo Febbro en el sur del Líbano.

Abdul Mahchid, habitante de Bent Jbeil:

Esta guerra no la ganó ni Hezbollah ni Israel, la perdimos los civiles.

21/08/2006

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