Artículo publicado el 03/10/2006 Ultima actualización el 03/10/2006 13:42 TU
Para su segunda temporada como director artístico de Balmain, Christophe Decarnin se inspiró en tres temas que la firma desarrolló en los años 80. Un estilo falsamente angelical en el que resaltan los plisados, drapeados, mangas con gran volúmen y muchos bordados con cristales de Swarovski. Profundos escotes en la espalda o un hombro desnudo ponen en evidencia el rostro sensual del supuesto ángel. Más urbano, el tema militar destaca el color kaki, los bolsillos y el camuflage. Un tercer enfoque, mezcla de punk y de rock, intenta dar elegancia a trajes desteñidos, que parecen haber sido uilizados hasta el cansancio, como las camisetas desgarradas con verdaderos agujeros. Decarnin acentúa el “look” rock con clavos. El diseñador opta por textiles naturales como la muselina de seda, crêpe de seda y lino para las camisetas. Sandalias con plataforma completan el atuendo de la elegancia, versión Balmain.
Martin Margiela vuelve a inventar las hombreras
Sorprendente colección la del belga Martin Margiela, quien propone varias ideas novedosas. También inspirado en los años 80, el modista recupera las famosas hombreras que proporcionaban una silueta estructurada, en forma de pirámide invertida. Esta vez, el aspecto es más espectacular aún porque la gran hombrera parte del cuello mismo de la modelo. La silueta se prolonga con faldas y vestidos largos, con cortes asimétricos. Las mangas son tan amplias que recuerdan el ala de los murciélagos. Los pantalones, larguísimos, van más allá del suelo en la parte posterior, exigiendo de las modelos proezas de equilibrio y gracia pues, de tanto en tanto, no pueden evitar pisarlos.
Margiela envuelve el torso de la mujer con mallas de nylon espeso, color carne. Los demás colores son variados: rojo, blanco, azul marino, negro. Los zapatos, de tacón muy alto, son de plexiglás.
Por Silvia Celi
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