Merecidos aplausos recibieron Daniel Tribouillard y su directora artística, Véronique Leroy, en el Carroussel de Louvre de París, sede de la mayor parte de desfiles de Prêt-à-Porter primavera-verano 2007. La creadora francesa, que tiene su propia firma, logró rejuvenecer los tradicionales estampados y el estilo de la casa Léonard, fundada por Daniel Tribouillard en 1960. A la emblemática orquídea, que continúa decorando los tejidos, se suman otras flores, motivos geométricos y rayas. La paleta de colores es menos contrastada que en el pasado. Rosados, azules, anaranjados, grises y marrones claros se combinan armoniosamente, enmarcados por tirantes anchos y cinturones en cuero blanco con hebillas esmaltadas, decoradas con la orquídea de Léonard. La flor se reproduce en los medallones que lucían en el cuello de las modelos. Los vestidos, muy cortos, invitan a la playa o simplemente a una terraza soleada. Los bolsos combinan cuero y tejido estampado con los motivos del traje. Para la noche, los vestidos cortos o largos se cubren de bordados con lentejuelas. Léonard propone sandalias totalmente planas con los trajes largos y con tacón alto para los cortos.

Cacharel: lo práctico

El corte y el tejido predominan en una colección fácil de llevar. Bermudas y  shorts  se combinan con chaquetas cortas. Los vestidos, cortos y ligeros, en colores neutros o con estampados que reproducen hojas. Cacharel también reanuda con los plisados que utiliza en los costados de las faldas y en particular en su versión de la “petite robe noire” (el vestido negro) indispensable en un guardarropa. Inacio Ribeiro y su esposa Suzanne Clements presentaron una propuesta práctica para la mujer moderna, que asume al mismo tiempo el papel de madre y de profesional, como la propia Suzanne, quien no pudo asistir al desfile pues permaneció en Londres para dar a luz a una niña.

Por Silvia Celi