Prêt-à-Porter Primavera-Verano 2008

Elegancia y exotismo

Artículo publicado el 29/09/2007 Ultima actualización el 01/10/2007 11:11 TU

Modelo de la colección presentada por la portuguesa Fatima Lopes en París.
Foto: Reuters

Los desfiles de prêt-à-porter primavera-verano 2008 en París comenzaron el sábado 29 de septiembre en la explanada de la Gare de Lyon, la estación ferroviaria de la que parten los trenes hacia el sudeste de Francia. Un marco poco habitual para unas colecciones muy internacionales.

Lac firma Impasse de la Défense inició los desfiles con una colección de los años 70, simbolizada por la calle Carnaby Street de Londres, que reunía las boutiques de vanguardia. El resultado fue decepcionante. Los vestidos, en su mayoría largos hasta el tobillo, realizados en algodón pintado, pecaban por el mal acabado que provocaba pliegues indeseables en la silueta de las modelos. Después del desfile, un cocktail en el bellísimo restaurant de la estación Le Train Bleu salvó la situación.

En la tarde, la portuguesa Fatima Lopes, inspirada en los años disco, propuso vestidos en muselina, muy cortos, en colores fluo: rosado, amarillo, verde. En algunos modelos, el pecho estaba realzado con fruncidos como el nido de abeja. Destacó en esta colección un pantalón negro, de talle alto y piernas anchas, unido al cuello por una suerte de bufanda que cubría los senos. Muy elegante.

Al principio de la noche, la princesa tahilandesa Sirivannavari Nariratana escogió la Opera de París para presentar por primera vez sus diseños en la capital francesa. El sello oriental quedó aun más marcado por las sedas y los bordados. La presencia del príncipe heredero de Tailandia, fuertemente custodiado por militares de ese país, atrajo la atención del público.

El chino Frankie Xie presentó el domingo, por tercera vez, su colección Jeffen en la pasarela parisina. Xie se inspiró en el mundo del deporte, probablemente influenciado por la organización de los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín. La jornada concluyó en el Carrousel del Louvre, donde el sudcoreano Lie Sang Bong expuso una muestra de alta calidad. Vestidos muy cortos que parecían esculturas realizadas con pétalos de muselina y estampados geométricos.

Por Silvia Celi