Guatemala

Alvaro Colom gana la presidencia

Artículo publicado el 05/11/2007 Ultima actualización el 05/11/2007 09:55 TU

Alvaro Colom festeja su triunfo.
© Reuters

Alvaro Colom se convirtió el domingo en el nuevo presidente de Guatemala tras imponerse en segunda vuelta con un 5,5% de ventaja sobre el general retirado Otto Pérez Molina. Este reconoció la victoria. Reducir la pobreza, la inseguridad rampante y luchar contra el crimen organizado son las metas que se ha fijado el primer presidente socialdemócrata de la historia reciente del país.

Alvaro Colom desmintió este domingo los sondeos divulgados la semana pasada, sondeos que, aunque anunciaban un final reñido, pronosticaban mayoritariamente un triunfo de su rival, el general retirado Otto Pérez Molina.

Escrutado el 98% de las mesas electorales, el socialdemócrata Alvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza, obtenía una ventaja de 5,5% sobre el Partido Patriota (PP), de Otto Pérez Molina.

"Ahora empieza un proceso de cambio y transformación que no se ha dado en cincuenta años. Va a ser un proceso pacífico, de consenso, de mucho diálogo", declaró el presidente electo, quien espera contar con el resto de los partidos políticos para asegurar la gobernabilidad en los próximos cuatro años.

Colom anunció que daría a conocer su gabinete el 1 de diciembre, con la creación de un ministerio de la Familia. Asimismo indicó que pondrá el acento en la política social prometida durante su campaña.

“Lo importante es suprimir las causas de la violencia”, afirmó Colom en sus primeras declaraciones como presidente electo.

Su contendor, Pérez Molina, reconoció la derrota y prometió encabezar una oposición “constructiva, que permitirá a los guatemaltecos salir adelante" desde el Parlamento.

Colom, un ingeniero industrial de 56 años, ha ganado en todo el país, con excepción del Distrito Central, que abarca la capital y otros 16 municipios, y en Bajo Verapaz (norte), donde Pérez Molina, partidario de gobernar con mano dura, fue claro vencedor.

El nuevo presidente deberá hacer frente a la inseguridad, que se cobra 15 muertes por día en promedio, la pobreza, que castiga a 13 millones de personas, y el crimen organizado, enquistado en las estructuras del Estado.

La elección estuvo marcada por una gran abstención, algo superior al 50% del padrón, en una jornada electoral donde no se registraron incidentes mayores.