por Tatiana Miralles
Artículo publicado el 03/06/2008 Ultima reactualización 03/06/2008 15:33 TU
Las pelotas de tenis serán recicladas y utilizadas para fabricar suelos sintéticos para canchas deportivas.
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En la esquina oeste de la cancha Susan Lenglen en el camino a las siete últimas canchas del complejo (de la 12 la 18), el espectador puede ver una enorme urna de cristal llena de pelotas de tenis. Tradicionalmente ese era el lugar del carrito de los helados, desplazado a la esquina de enfrente.
Y es que el torneo, junto a
La acción pretende incitar a los clubes de tenis de todo el país que llegan hasta el estadio durante la quincena del torneo, para que traigan las pelotas de tenis que ya no sirven y las depositen en el contenedor transparente. Al final del torneo esas bolas se reciclarán y con ellas se fabricarán suelos sintéticos para instalaciones deportivas.
El objetivo de la organización de Roland Garros es recolectar al menos 80.000 pelotas de tenis al final del torneo. Una cifra simbólica si se toma en cuenta que Francia produce cada año 14 millones de bolas de tenis, pero con la que se pretende incitar al mundo del tenis francés al cuidado del medio ambiente.
La degradación natural de una pelota de tenis puede durar varios siglos y
Las entradas y las publicaciones del torneo se imprimen cada día en papel reciclado; los envoltorios y las bolsas de plástico de tiendas y otros establecimientos del estadio son reciclables. La basura se selecciona y recicla. “Todas estas medidas no son una moda o un capricho”, afirma el presidente de Federación Francesa de Tenis, Christian Bîmes, “estamos hablando de un deporte de masas”.
El año pasado pasaron por Roland Garros 450.977 personas para ver los partidos de tenis, a las que hay que sumar más de 3.000 periodistas y más de 3.000 personas de la organización. Un torneo multitudinario.
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