Artículo publicado el 31/07/2008 Ultima reactualización 31/07/2008 16:29 TU
Marta Rodríguez, célebre cineasta y documentalista colombiana, ha marcado desde los años 60 hasta hoy la historia del cine colombiano documental de carácter antropológico y social y sigue en la brecha. Su trabajo es indisociable del hoy fallecido fotógrafo colombiano Jorge Silva, que fue su esposo. Les proponemos en dos programas sucesivos semanales un encuentro con Marta Rodríguez, a la que hemos entrevistado a su paso por París. Se trata de programas ilustrados con fragmentos de las bandas sonoras de sus principales documentales: “Chircales”, “Nuestra Voz”, “Soraya” y “Testigos de un etnocidio”, actualmente en curso.
Licenciada en ciencias sociales, antropóloga y cineasta, Marta Rodríguez ha trabajado activamente con los movimientos agrarios, estudiantiles, sindicales y con las comunidades indígenas y las culturas afrocolombianas, a las que ha dedicado una trilogía documental en estos últimos ocho años. Actualmente, y a partir de sus numerosos archivos fílmicos, está preparando un documental sobre el etnocidio en Colombia.
Cineasta comprometida con su tiempo y con su pueblo, Marta Rodríguez trabaja también como investigadora, y ha publicado varios artículos sobre los orígenes del cine indígena en Colombia, donde anima talleres de formación y es la representante por su país en el Festival de Cine y Video de Pueblos Indígenas. Su obra cinematográfica ha sido objeto de varias retrospectivas en Francia, España y Alemania.
Nacida en Bogotá en 1933, Marta Rodríguez viajó a España, donde estudió sociología en la época de la dictadura franquista. Luego viajó a Francia en 1957, siendo discípula del documentalista francés Jean Rouch. En París participó activamente en el movimiento documentalista que lideraban en aquellos años Joris Yvens y Jean Rouch, y realizó su primer documental sobre el mercado de las pulgas con el guionista mexicano Tomás Pérez Turrent. En 1965, Marta Rodríguez regresó a su Colombia natal, y con el fotógrafo Jorge Silva -que fue su esposo- empezó entonces su verdadera carrera en Colombia. Figura emblemática del documental latinoamericano en general y colombiano en particular, Marta Rodríguez trabajó también con el cineasta boliviano Jorge Sanjines en “Memoria viva” en 1992.
En una segunda emisión seguiremos este encuentro con Marta Rodríguez, para seguir evocando su filmografía y comentar más ampliamente la situación actual en su país y en el cine colombiano.
Un espacio de Julio Feo
Realización: Paul Boisseau
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