Artículo publicado el 02/02/2009 Ultima reactualización 02/02/2009 12:13 TU
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Cada uno llevaba el nombre de una calle de París como la rue Eugène Poubelle, nombre del inventor de los basureros, que Sorbier interpretó con un corpiño elaborado con bolsas de plástico comprimido, combinado con una falda sirena en georgette de seda negra. En otro sketch, rue de l’Harmonie, la marquesa lleva un corpiño-escultura realizado en bronce para rendir un homenaje a la “Joséphine Baker” de Calder. Bonita y a la vez divertida pues en uno de los senos hay una flor iluminada que la actriz apaga al final poniendo en off el interruptor. El bordador François Lesage y el bottier Raymond Massaro, dos de los más importantes artesanos de
Por Silvia Celi
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