G20

Todos se fueron contentos de Londres

por Valeria Rodríguez

Artículo publicado el 03/04/2009 Ultima reactualización 04/04/2009 09:51 TU

Los jefes de Estado que participaron en la cumbre del G20 en Londres, el 2 de abril 2009.
Foto: Reuters

Cada quien llegó al G20 con sus prioridades y exigencias. Esto hizo pensar a muchos analistas que los resultados serían decepcionantes. Pero al final de la reunión, los principales actores de esta segunda cumbre del G20 salieron con la sensación de que el texto del comunicado final les otorga un triunfo.

La reactivación económica era la prioridad del presidente norteamericano Barack Obama, quien abogaba para que los países desarrollados incrementaran sus planes de estímulo. Quedó claro que debió ceder en este punto con relación a planes para los países emergentes que empiezan a sentir los embates de la crisis. Pero esto no le impidió mostrarse satisfecho al declarar que el G20 acordó un "conjunto sin precedentes" de "medidas audaces" contra la recesión, que constituyen un "giro histórico".

En materia de reactivación, los líderes mundiales decidieron inyectar un billón de dólares en la economía planetaria a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones multilaterales de crédito. El primer ministro británico y anfitrión de la cumbre, Gordon Brown, señaló que con este nuevo plan, de aquí a fines del 2010, el G20 habrá inyectado, con los planes de estímulo fiscal en curso, un total de cinco billones de dólares para apuntalar la economía.

El G20 aportará 500.000 millones de dólares de fondos suplementarios al FMI, triplicando su capital; 250.000 millones de dólares para financiar el comercio internacional, y 250.000 millones de dólares para una facilidad de giro del FMI destinada a ayudar a sus países miembros. El G20 también aprobó 100.000 millones de dólares para los bancos de desarrollo que prestan a los países más pobres.

El acuerdo del G20 autoriza, además, al FMI a vender sus reservas de oro, evaluadas en 6.000 millones de dólares, para ayudar a los países pobres. Gordon Brown aseguró que este "histórico" acuerdo permitirá crear millones de empleos en el mundo.

Por su parte, el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, consideró que los anuncios realizados por la cumbre del G20 representan "el mayor plan conjunto de reactivación jamás anunciado".

El FMI también será reformado para dar vuelta a la página de desprestigio por esas políticas que según muchos de sus críticos condujeron a la hecatombe actual. El G20 decidió que de hoy en adelante los directores de esa institución y del Banco Mundial serán designados por sus méritos y ya no por el acuerdo tácito que atribuía la jefatura del primero a un europeo y la del segundo a un estadounidense.

Más regulación del sistema financiero  

El eje franco-alemán llegó a Londres con la ferrea decisión de lograr reformas en materia de regulación del sistema financiero. De hecho, el presidente francés Nicolás Sarkozy había amenazado con retirarse del encuentro si no se lograba avances al respecto. En este sentido los grandes del mundo adoptaron dos decisiones. En primer lugar se impondrá sanciones a los paraísos fiscales que rehúsen comunicar información sobre presuntos evasores fiscales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó poco después una lista negra de paraísos fiscales y otra que enumera los países que se han comprometido a respetar las reglas de la OCDE pero todavía no las han aplicado "sustancialmente".

Y para responder a un clamor de la opinión pública mundial, el G20 se pronunció en favor de imponer restricciones a las millonarias primas que reciben los banqueros.

En general, el optimismo fue la tónica al concluir este histórico G20.

Los líderes de las potencias industrializadas y emergentes se reunirán nuevamente en setiembre próximo en Nueva York.

El termómetro de las Bolsas de valores de América y Europa respondió ayer con fuertes alzas a los acuerdos alcanzados.