Artículo publicado el 26/06/2009 Ultima reactualización 26/06/2009 14:05 TU
El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula de Silva, resolvió traspasar unas 67, 4 millones de hectáreas en la floresta -cerca del 8% de Brasil- a grileiros, personas que ocuparon ilegalmente esta región selvática para desarrollar cultivos, entre ellos la soja.
La Medida Provisoria 458, enviada por el Ejecutivo, fue promulgada por el Congreso en la noche del jueves con algunas modificaciones. Lula vetó la posibilidad de que las tierras puedan ser adjudicadas a personas que no vivan en la zona, al tiempo que le negó la posibilidad de adquirir títulos de propiedad a empresas.
La “regularización” de la tenencia de las tierras fiscales establece que un individuo podrá contar hasta con 1.500 hectáreas, que se subastarán a precio de mercado.
Las parcelas más pequeñas serán otorgadas gratuitamente, mientras que las medianas serán vendidas por un precio simbólico.
Con esta regularización, el Gobierno busca dar “seguridad jurídica y permitir que la explotación se realice sin tener que pagar multas o ser desplazados de esas tierras”.
Uno de los puntos más polémicos de la ley es que los beneficiarios de la medida podrán vender su propiedad 3 años después de adquiridas.
La decisión de Lula fue rechazada por la oposición y grupos ambientalistas, que denuncian una agravación de la deforestación de la principal selva tropical del mundo.
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