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Clima

Gran Bretaña brinda por el calentamiento global

Artículo publicado el 03/12/2009 Ultima reactualización 03/12/2009  11:44 TU

Un cosechador de la empresa Denbies Wine Estate en Dorking, sur de Inglaterra.Foto: Reuters

Un cosechador de la empresa Denbies Wine Estate en Dorking, sur de Inglaterra.
Foto: Reuters

El alza de las temperaturas está dando lugar a cosechas extraordinarias en Gran Bretaña, mientras que el mismo fenómeno climático arruina la calidad de los vinos franceses. En menos de un siglo, la latitud óptima para la cultura de la viña se desplazará 1.000 kilómetros hacia el hemisferio norte, asegura Greenpeace.

“Estamos beneficiándonos con una catástrofe mundial. Esto puede parecer un comentario horrible, fuera de lugar, pero es así”, reconoce Christopher Foss, jefe del servicio de estudios vitivinícolas del Plumpton College, en el condado sureño de Sussex.

“El sur de Inglaterra gozará en los próximos diez años del clima actual en el valle del Loira, y en veinte años del de la región de Burdeos”, asegura.

Frente a esta perspectiva, los productores ingleses vuelven a plantar miles de hectáreas, retomando una tradición  vitivinícola perdida desde la época de romanos y normandos.

De este modo, los británicos se frotan las manos y ya sueñan con que las cotizadas denominaciones de origen francés crucen la Mancha, empezando por la del champán, estrictamente protegida. Aseguran que las tierras del “Jardín de Inglaterra” y las de Champagne, distantes de 350 kilómetros, tienen una composición similar.

La organización ecologista Greenpeace confirma estas previsiones, y asegura en un informe divulgado en septiembre que antes de finales del siglo XXI, “la latitud óptima para la cultura de la viña se desplazará a 1.000 kilómetros hacia el hemisferio norte”, si no reduce el efecto invernadero.

Resaca francesa

Del otro lado de la Mancha, en cambio, la situación es diametralmente opuesta. Los gases de efecto invernadero ya habrían echado a perder una de las joyas de la gastronomía francesa.

“Los sommeliers y los vitivinicultores que hemos encontrado nos dicen que en Borgoña, el Pinot noir ya no tiene el mismo sabor. Es más dulce, más alcoholizado, menos fino”, asegura Anaïz Parfait, encargada de cambio climático de Greenpeace.

Este sabor perdido resurge en Gran Bretaña, cuyos espumantes, Pinot noir y Chardonnay empiezan a acapararse las medallas en los concursos internacionales.

Por su parte, investigadores de la Universidad de Borgoña han establecido que, en los últimos 50 años, las cosechas se han adelantado entre doce y trece días.

Viñeta Copenhague 2009.

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