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Salud

Negación de embarazo, una enfermedad misteriosa

por María Carolina Piña

Artículo publicado el 10/06/2009 Ultima reactualización 10/06/2009  14:14 TU

Un bebé ignorado por su propia madre, durante los nueve meses de gestación, e incluso, hasta el día del parto... Esto es posible en casos de “negación de embarazo”, una patología que afecta anualmente entre 1.600 y 2.000 mujeres en Francia, todavía desconocida, y que puede tener consecuencias dramáticas como el asesinato del recién nacido por la madre.

Esta patología afecta anualmente entre 1.600 y 2.000 mujeres en Francia.DR

Esta patología afecta anualmente entre 1.600 y 2.000 mujeres en Francia.
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El caso de Véronique Courjault, una mujer francesa de 41 años acusada de asesinar a tres de sus hijos poco después de traerlos al mundo, puso de nuevo a la luz el tema de la negación del embarazo, una patología poco estudiada hasta ahora en la que la mujer desconoce parcial o completamente su embarazo, incluso hasta el momento del parto. Félix Navarro doctor en salud pública y presidente de la Asociación para el reconocimiento de la negación del embarazo con sede en la ciudad de Toulouse, conversó con rfimundo.com sobre este fenómeno que afecta cada año en Francia entre 1.600 y 2.000 mujeres.

Félix Navarro: Se habla de negación del embarazo cuando una mujer está embarazada y no tiene conciencia de ello. Como no lo sabe, su cuerpo no da las señales típicas de un embarazo. No engordan o engordan muy poco, el vientre no se dilata, no hay náuseas, ni mareos, ni los clásicos “antojos”. Incluso algunas mujeres son capaces de perder peso durante los meses de gestación. Más impresionante aún, hay mujeres que tienen menstruaciones o hemorragias mensuales que se asimilan a las reglas, y hay algunas que, como ni se imaginan que están encintas, siguen tomando la píldora diariamente.

Es decir, nada en el comportamiento de estas mujeres, ni en las manifestaciones de su cuerpo, hace pensar que llevan un niño en sus entrañas. Ellas no lo saben, sus maridos o parejas, familiares o amigos no se dan cuenta, ni sospechan nada. Yo he tenido casos de mujeres, deportistas de alto nivel que, días antes del parto, estaban participando en competencias o entrenándose de manera normal. Es una patología muy especial.

RFI: ¿Cómo puede un bebé crecer de manera óptima, si la madre no deja lugar en su cuerpo para su desarrollo?
F.N.: El cuerpo de la madre siempre se adapta. Sabemos que en una mujer con negación del embarazo, el cuerpo lucha contra la deformación. El útero se desarrolla hacia arriba y no hacia adelante, como es normal. El bebé se desarrolla a lo largo de la columna vertebral. El feto se comporta de hecho como un pasajero clandestino, ni siquiera se mueve, y si se mueve, la madre lo asimila a un dolor.

RFI: ¿Cómo ocurre para estas mujeres la toma de consciencia de su embarazo?
F.N.: Muchas mujeres se dan cuenta antes de que el embarazo llegue a su término. Pero en los casos más agudos, llamados de negación total, la madre puede descubrir el embarazo en el momento en que se le presenta el parto. Esto, por supuesto, puede ser traumático para una mujer pues hemos tenido casos de mujeres que han dado a luz solas, en sus casas, en la calle o en la oficina, en medio de sus colegas de trabajo. En Francia, cada año, de 300 a 350 mujeres descubren que están embarazadas al momento de dar a luz.

En la mayoría de los casos, aunque el descubrimiento del embarazo es algo desestabilizador, la madre reconoce al hijo y se establece una relación sana entre ellos.

En muy escasas situaciones, el bebé muere, y esto por dos razones. La primera, es que muchos recién nacidos necesitan ser reanimados o precisan cuidados especiales que la mujer, si está sola, no es capaz de ofrecer. La otra razón es que algunas madres, en un acto que se puede calificar de locura, no reconocen al niño o no lo sienten como suyo, y terminan matándolo.

Recientemente, una mujer que traté y cuya hija tiene ahora tres años, me confesó que cuando se le presentó el parto creía que le estaba saliendo "basura" de su cuerpo. Eso muestra el estado psicológico en el que estaba esa mujer y hasta qué punto, para una persona con esta patología, es incomprensible lo que le sucede.

RFI: ¿Cómo se explica que una mujer pueda matar a un bebé que acaba de salir de su cuerpo y que luego trate de deshacerse de él, como fue el caso de Véronique Courjault quien estranguló a dos de sus recién nacidos y luego los congeló?
F.N.: Hay que decir, antes que todo, que es incorrecto hablar de “infanticidio” como se dijo en el caso de Courjault. El término médico correcto es “neonaticidio”, pues la muerte del niño se produce en las horas que siguen a su nacimiento y el asesinato es absolutamente involuntario.

Es importante señalar que esta patología puede afectar a mujeres de todas clases sociales. Tuve un caso hace unos años de una mujer que era jurista, se le presentó el parto en su casa y como no estaba segura de que fuera un bebé, decidió envolverlo en una toalla y dejarlo en la basura, al pie de su casa. La madre estaba en un estado psíquico tal, que no tiene consciencia de lo que está haciendo.

RFI: ¿Por qué en los casos más trágicos, la madre mata al bebé pero conserva el cuerpo?
F.N.: En todos los casos que he conocido, y esto es muy particular también, la mujer tiene necesidad de conservar el cuerpo cerca de ella. Esto es radicalmente diferente al asesino común, quien mata y busca por todos los medios de hacer desaparecer el cuerpo. En el caso de negación del embarazo, las mujeres que acaban de cometer un neonaticidio, dejan el cuerpo en el congelador o lo entierran en el patio de la casa. La hipótesis más reconocida es que al mismo tiempo que esta mujer no se dio cuenta que estuvo embarazada o que dio a luz, algo le dice que esa “basura” no es como las otras. Hay algo ambivalente en esa actitud, pero en todos los casos que he visto, el cuerpo es conservado en las adyacencias.

RFI: ¿Qué responsabilidad penal pueden tener las mujeres que sufren de esta patología?
F.N.: A mi parecer, ninguna. No se puede tener responsabilidad penal si ni siquiera se es consciente de lo que se acaba de hacer. En mi opinión, mandar a la cárcel a una mujer que padece esta patología, me parece una monstruosidad. Estas mujeres necesitan tratamiento psiquiátrico o una psicoterapia. Y más aun en el caso de la señora Courjault, quien cometió tres neonaticidios, lo cual es poco frecuente.

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