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Francia: saldos con frío

por Silvia Celi

Artículo publicado el 12/01/2010 Ultima reactualización 12/01/2010  13:16 TU

Los saldos de invierno comenzaron el miércoles pasado en medio de un frío polar. Sin apresurarse, como ocurrió en años anteriores, los clientes acudieron paulatinamente a las tiendas para comprar los artículos de la temporada a mitad de precio, en particular, todo lo que puede abrigar.

Carteles que anuncian los saldos en un gran almacén parisino el 6 de enero de 2010.
Foto: (Reuters)

Durante las rebajas, las boutiques realizan el 40% de su cifra de negocio. Por esta razón, antes de que la clientela comience a cazar “la oportunidad”, los comerciantes preparan muy bien los saldos.

Con una semana de antelación, las tiendas hacen un inventario, preparan las etiquetas y seleccionan los artículos que atraerán a la clientela.

En Francia, las rebajas comienzan con un 50% de descuento desde el primer día. Algunas boutiques realizan ventas privadas para su clientela más fiel. Durante esas promociones exclusivas, el descuento alcanza hasta 30% en algunos artículos solamente ya que la ley francesa prohibe rebajar toda la colección.

Existe también otro tipo de clientela, la que sólo compra durante las rebajas. Estas personas tienen una técnica bien definida. Unos días antes, van a la tienda a medirse todo lo que esperan adquirir. El día en que comienzan los saldos, van a primera hora, toman los artículos en la talla y en el color que ya han seleccionado, pasan por la caja a pagar y se van muy contentas.

Lo que se aconseja, en tiempos de vacas flacas, es comprar con una lógica de inversión, es decir, piezas de vestir de excelente calidad e indemodables. Para ponerlas al gusto de la temporada basta con añadir al atuendo algunos accesorios de moda. Este invierno por ejemplo, se llevan mucho las boinas, los bolsos grandes, botas y sweateres extra grandes. Todo eso sobre un pantalón vaquero y a lucir!

Entrevistados: Jon Aguirre, director en París de Bimba y Lola, María, una de sus vendedoras y Aliona, vendedora de la boutique Chine, en la rue de Castiglione, París