Kyrie Kristmanson posee la más sorprendente de las bellas voces descubiertas en los últimos meses. Una mezcla improbable entre Joni Mitchell y Björk. Tiene apenas 20 años, es canadiense de orígen islandes y su primer disco producido en Europa se titula "Origin of Stars".

El tiempo dirá si se trata de una premonición. Por lo pronto, diremos que es un bellísimo álbum, inspirado tanto en el folk norteamericano como en la música medieval europea. Breves composiciones en un cruce de melodías pop y sutiles improvisaciones que evocan el mundo del jazz.

Kyrie canta, pero también toca la guitarra y la trompeta. Participó el año pasado en el Printemps de Bourges,  comparte la escena con Emilie Loizeau y prepara una tesis en la Sorbona, sobre el tema  "las mujeres trovadoras en los siglos XII y XIII".

Kyrie, una bella voz actual nutrida por una poderosa y antigua energía.