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Hace más de veinte años, Sade sedujo a la mitad del planeta con su estilo de pop-jazzy, elegante y sensual.

Tras una década de silencio discográfico, pero siempre presente en las ondas y sistématicamente homenajeada por nuevas cantantes de soul como Erikah Badu ou Jill Scott, la bella nigeriana Helen Folasade Adu, vuelve con su voz y su cadencia inimitables.

Su nuevo disco, "Soldier of Love", denota la mutación del estado espiritual del mundo. En medio de nuevas guerras, miedos y miserias Sade propone luchar por el amor. Su fórmula musical continúa fiel a sus orígenes, innovando levemente los arreglos con la integración de diversos instrumentos acústicos (piano, cuerdas, vientos) que aportan un cromatismo más orgánico al paisaje sonoro.

Lejos del hedonismo estetizante de los ochenta, vapuleado por una crisis financiera, social y moral cuyos límites son imprevisibles, el público de Sade celebra su retorno como un agua refrescante en medio del desierto. Una caricia tierna en medio del bombardeo.