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“Yo cantaba desde niño para ablandar el corazón de mi madre y que me diera dinero para ir al cine. Luego, en el colegio, cantaba en el coro. Cantar siempre me ha dado placer”, dice Miguel Ríos, el rockero español nacido en Granada, Andalucía, en 1944. De esa época recuerda también “el sol, una placeta en Granada, en el barrio de La Cartuja, una vida fantástica, imperfecta, con las dificultades de la postguerra de un país destrozado. Una infancia maravillosa.

Ya de forma profesional, a principios de los años 60, Miguel Ríos empezó a presentarse ante el público como Mike Rios, el Rey del Twist. Mientras trabajaba en un almacén, había ido formando su oído escuchando, primero, a Paul Anka, Domenico Modugno y Charles Aznavour, y después a Elvis Presley, Chuck Berry y el conjunto mexicano Los Teen Tops, el cual le dio la idea de cantar rock en castellano. En aquella época, para la casa discográfica Phillips, hacía adaptaciones de temas famosos, siendo algunos de ellos del rockero francés Johnny Hallyday. Recién en 1968, tras firmar contrato con Hispavox, comenzó a componer de manera regular sus propios temas. Sin embargo, su primer gran éxito a nivel internacional lo obtuvo al comenzar los años 70 con una versión en inglés del “Himno de la alegría” de Beethoven.

Otro de los temas exitosos de Miguel Ríos es “Santa Lucía”, canción escrita por el argentino residente entonces en Madrid, Roque Narvaja. “Es una canción maravillosa. Roque la concibió como una cita a ciegas y Santa Lucía es la patrona de los ciegos. Hay en ella un lenguaje bastante ambiguo. Es una canción mágica, bellísima”, explica el creador de Rock and Rios. Este álbum, precisamente, editado en 1982, es según Ríos, uno de los  mejores que ha hecho y fue “un éxito brutal”. Desde entonces, llenaba estadios con los más de cien conciertos que brindaba al año. En 1983 apareció El rock una noche de verano, otro de sus mejores álbumes. “Estos discos conectaron mucho con la calle, había optimismo por la llegada de la democracia y el triunfo electoral del Partido Socialista”, recuerda Miguel Ríos.

Si bien al autor de “El blues del autobús” le hubiera gustado hacer “un rock muy duro, casi heavy metal”, el público lo ha adoptado en una vena menos dura y, por lo general, bastante comprometida socialmente. “Mi definición política se dio a los 23-24 años”, precisa el rockero. “Tomé conciencia de la situación de España, del porqué de la dictadura y ese tipo de cosas y poco a poco empecé a hacer canciones con más sentido, intentando escapar a la terrible vigilancia de la censura.” Ya en plena democracia, el álbum titulado 60MP3 se sitúa en esta línea social, con letras escritas al alimón con el poeta granadino Luis García Montero y formato musical de blues. “Se habla de la angustia de estar viviendo en el mundo desde el punto de vista del que todo lo tiene y no está feliz porque ve la injusticia flagrante en el mundo en que vivimos”, subraya Miguel Ríos.

Dos otras recientes entregas discográficas de este rockero prolífico son los álbumes Miguel Ríos, solo en compañía de otros, una reunión de canciones que le hubiese gustado componer a él, y Bienvenidos, un disco doble en el que le rinden homenaje 23 artistas de diferentes generaciones.

Entrevistado: el rockero español Miguel Ríos