Perfiles

Luis Naón, la invención musical

por Escarlata Sánchez

Artículo publicado el 22/01/2010 Ultima reactualización 22/01/2010  08:11 TU

“De niño lo que quería era descubrir, inventar, eran mis dos caballos de batalla. Y terminó siendo la composición, la invención, lo que fue más fuerte que el descubrimiento, ser viajero o astronauta, pero es un poco de la misma índole”, recuerda Luis Naón, músico argentino nacido en La Plata en 1961, que llegó a Francia a los veinte años para estudiar en París música electroacústica y electrónica y también composición.

Luis Naón
DR

 “A la música me llevó principalmente la voz: yo cantaba cuando era niño en el coro del teatro de La Plata. Mi madre era cantante lírica y yo, a los seis-siete años, tocaba, además, el piano -muy mal- y la guitarra eléctrica. De allí pasé a la improvisación y a la invención musical”, dice Naón.

Luis Naón, cuyo apellido deriva de Nabone, de origen genovés, que fue transformado por sus antepasados emigrados a Argentina a fines del siglo XVIII, escuchaba desde niño música clásica y algo de música contemporánea. “Siempre preferí Bartok a Mozart, ya que éste me parecía demasiado convencional, demasiado fácil de escuchar. Me puse a buscar en la música del siglo XX: Stravinsky y Ginastera, por ejemplo. Escuchaba música contemporánea como también rock progresivo de la época, grupos como Pink Floyd y King Crimson. Sabía que había una música que estaba por inventarse y quería inventarla yo. Una música donde hubiera una expectativa más grande frente a lo que ya era previsible dentro de la melodía y la armonía clásicas, algo que fuese más sorpresivo, más extraño, y con inclinaciones e inflexiones diferentes de las que escuchaba yo en la música clásica que me rodeaba”, explica el autor de Urbana, un ciclo de 25 obras trabajadas durante 15 años. Obras “que tienen que ver con la ciudad como ente, como idea, como poética”.

Desde hace tres décadas el trabajo de Luis Naón está directamente ligado al IRCAM  -Instituto de Investigación y Coordinación Acústica-Música- y al GRM -Grupo de Investigación Musical- de Radio France. Y cuando se le pregunta al compositor qué obra suya marca un hito en su trabajo, responde que Speculorum memoria, una obra para orquesta compuesta entre 1993-94. “El título quiere decir Espejos de la memoria y Memoria de los espejos. Allí está el germen de muchas cosas posteriores. Esta obra me hizo hacer un gran cambio personal”, añade el compositor. Otras obras suyas son: Tango del desamparo, Desde la sombra, Más allá del rojo, Sombra de la sombra, Claustrum, Alto Voltango, Senderos… que bifurcan y Princesas, 21 composiciones para otras tantas obras de coreógrafas contemporáneas como Carolyn Carson, Carlota Ikeda y Anna Ventura.”Tengo también obras muy autobiográficas, muy dolorosas, muy duras y que fueron muy difíciles de componer, aunque experiencias importantísimas. En algunas obras he contado un poco de mi vida, he trascendido un poco lo que es la música misma, hay textos y tangos, que vienen a ilustrar ciertas vivencias”, precisa Luis Naón.

Otra actividad de este compositor es la pedagógica. Enseña Composición y Nuevas Tecnologías en el Conservatorio Superior de Música de París. “Es muy natural y no me provoca problemas particulares”, dice, antes de dar a conocer dos consejos que le da a sus discípulos: “Una vez que se conocen las reglas hay que transgredirlas y llevarlas hasta sus últimos límites. Y que hay que ser exactamente aquel que uno quiere ser y no intentar ser alguien que uno no es.”

Entrevistado: Luis Naón, compositor de música contemporánea, argentino de nacimiento y residente en Francia desde hace 30 años.

Realización: Yocasta Gómez