Perfiles

Ricardo Porro, por la arquitectura orgánica

Artículo publicado el 05/08/2009 Ultima reactualización 06/08/2009  08:42 TU

Ricardo Porro, arquitecto cubano residente en Francia.
Lara Platman

“Yo defino la arquitectura como la creación de un marco poético a la acción de un hombre. Y poesía es transmitir el mundo en palabras”, declara Ricardo Porro, arquitecto cubano nacido en Camagüey en 1925 y afincado en París desde 1966.

Su padre era un destacado cirujano, su madre una gran aficionada a la música, disciplina a la que se habría dedicado también él si su padre no se hubiera opuesto. Como compensación, Ricardo Porro empezó a dibujar y a leer mucho, y tanto Las mil y una noches como la mitología griega le enseñaron la sensualidad que hasta hoy caracteriza su arquitectura profundamente orgánica, viva, en correspondencia con el contexto social y con la historia.

En La Habana, en los años 60, y por encargo del gobierno revolucionario, Ricardo Porro realizó dos de sus obras maestras, la Escuela de Artes Plásticas y la Escuela de Danza Contemporánea, dos edificios que la Unesco ha inscrito como patrimonio de la humanidad. En Liechtenstein ha construido El Oro del Rin, un museo privado, y en Francia se ha dedicado sobre todo a la arquitectura social, tras ganar los concursos para diversos proyectos. “Yo hago una arquitectura de contenido. Soy figurativo, nunca abstracto,” señala Porro antes de precisar que en pintura y escultura se permite “cosas terribles” que no se permite imponerle a lo demás en la arquitectura.

El autor también de ensayos como El espacio en la arquitectura tradicional cubana y Cuba y yo, vive en París rodeado de cuadros y esculturas de grandes artistas que fueron sus amigos, como Wifredo Lam, Roberto Matta y Antonio Seguí. En la capital francesa Ricardo Porro hizo estudios en La Sorbona, el Instituto de Urbanismo y el Museo del Louvre, y fue precisamente el contacto con la historia del arte lo que cambió su vida y lo reafirmó en la convicción de que “una obra de arte es forma y contenido” y que ambos no se pueden desligar. En política plantea, en cambio, se declara partidario de una tercera vía, “ni capitalista ni comunista”.

“Yo soy ciudadano del mundo. Nací en Cuba, quiero a Cuba, pero cuando estoy en Italia quiero a Italia e igual en Francia. Pero no he renunciado a mi pasado, enseño en Cuba sin cobrar nada, para hacer algo por los jóvenes de Cuba”, concluye este arquitecto al que le hubiera gustado hacer una ciudad, “un urbanismo de comunicación”.

Entrevistado: el arquitecto cubano residente en Francia, Ricardo Porro.

Un programa de Hernán Rivera Mejía

Realización: Yocasta Gómez